El Hotel Santa Cruz, frente a la Plaza de Armas de la ciudad, destaca por su arquitectura que refleja la historia colonial de la región, con habitaciones amplias y cómodas además de un servicio cercano y con la hospitalidad propia de la zona. Con una ubicación privilegiada, rodeado de viñedos y montañas, el hotel cuenta con piscina al aire libre, coctelería y cocina de autor en su terraza Palapa, piscina temperada y terapias de relajación en el Inka Spa, como también una propuesta gastronómica única en su restorán Los Varietales.

Con platos creativos y una selección excepcional de vinos, Los Varietales utiliza ingredientes locales para crear platos que combinan técnicas modernas con tradiciones culinarias antiguas. El ambiente elegante y sofisticado del restaurante, con vitrales y cerámicos pintados a mano, entrega una experiencia inolvidable para comenzar el día con desayunos campestres estilo buffet, almuerzos y cenas con parrillas de cordero, pastas, como guisos, postres y aperitivos locales.
Una de las grandes novedades en Santa Cruz es la recientemente inaugurada Casa de Los Espíritus, en una de las casonas más tradicionales de la ciudad, mezclando la historia de la destilería chilena con el inigualable sello de Gino Falcone, con un estilo relajado, una decoración rústica y popular. Con música en vivo, la cantina ofrece una selección de vinos, cervezas y cócteles, además de una variedad de tapas y platos con ingredientes frescos y locales. Acá, si que se pasa bien.
