Pastelería chilena; el mordisco más dulce.

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De hojarasca, merengue, manjar o huevo moll, esa la pasta deliciosa en base a yemas de huevo y azúcar. Típica de la colonia. Aquí un recorrido por los imperdibles de la pastelería chilena.

Dulces Issa

Cuentan que la historia de esta fábrica de Curacaví con más de 80 años de tradición, se remonta a 1937, cuando Doña Carolina Palacios, madre de la fundadora Isabel Rivas Palacios comenzaba a preparaba dulces chilenos en su cocina. Así partió esta fábrica que hoy ya tiene un pequeño local en Las Condes, Santiago, y mejor aún, reparto a domicilio. Las recetas son las clásicas de siempre, como la Tacita ($ 1.300), de hojarasca con manjar y cubierta de una cremosa capa de merengue, que también puedes probar en versión relleno huevo moll ($ 1.300).El Chileno ($ 1.300), sin betún, de sólo hojarasca y manjar, o el Merengue ($ 1.300), de dos crocantes merengues, untuosos por dentro y relleno de manjar.

dulcesissa.cl

Dulcería Las Violetas

Son más de 60 años de tradición los que tiene esta panadería que en tiempos de pandemia, dejó su tradicional local en calle León para trasladarse a Av. las Condes 7327, con la calidad de siempre, a cargo de Francisca Bascuñán, sobrina de la fundadora, Violeta Bascuñán. Encargue con tiempo si quiere probar sus tortas de masa de hoja, milhoja, panqueque y bizcochuelo; o alguno de sus dulces chilenos, como los alfajores, milhojas, empolvados, príncipes, hojarascas, panqueque, bizcochuelo y chilenitos. ¿Un imperdible? El de milhojas, con manjar y huevo moll; el empolvado o la tacita de manjar y huevo moll ($ 1.900 cada uno).

https://www.dulceriavioleta.cl/ Avenida Las Condes 7327. Teléfono: 2 2228 0089

VM antojo, el empolvado perfecto.

Ojo, este no es uno de esos datos de boca a boca, que se pide con tiempo y según disponibilidad. Le hablamos de los empolvados de Valeria Miranda, diseñadora Industrial y peluquera que en tiempos de pandemia, se antojó, buscó y probó hasta dar con la receta perfecta de empolvados. Unos más pequeños, suaves, esponjosos y con esa textura que parece derretirse en la boca. De hecho, según Valeria Miranda, se trata de un “pecado piadoso”, porque la masa no lleva materia grasa, las calorías se concentran en el manjar por lo que no resultan hostigosos. Vienen en cajita de 12 ($ 10.000) y se piden por WhatsApp +56 9.42670518

Instagram: @vm_antojo

Camotillos Azyca

Y si hablamos de patrimonio gastronómico en tecla dulce, imposible dejar afuera a los Camotillos de Claudia Castillo. Es decir, los dulces de sólo camote y azúcar, suaves por dentro, crujientes por fuera, apunta de una noble cocción, que dura días, y Claudio Castillo hace de manera 100% en un colorido cité, ubicado en Dardignac 84, casi al llegar a la calle Loreto, en Recoleta. Una fábrica de camotillos con más de 80 años de historia. Los mismos que se enumeran entre los dulces chilenos hechos “convento afuera y convento adentro” en Geografía Gastronómica de Chile, libro que reúne artículos escritos por Oreste Plath entre 1943 y 1994. Y vende por unidad, a $ 500 pesos, en el cité de Dardignac 84, donde está la histórica fábrica Camotillos Azyca.

Dardignac 84. Teléfono: 227370950

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