Puerto de Gallinas tiene sangre en sus calles pedregosas. Es zona de esclavos, la primera importación de los portugueses, que venían directamente de África en barcos que en su superficie traían gallinas, para esconder la real mercancía, esos hombres azulados que servirían para el trabajo en la caña de azúcar, producto que hoy es la base de uno de sus mayores tesoros: la gustosa cachaza que es transformada luego en exquisitas caipiriñas.
Son 18 kilómetros de aguas cristalinas y cálidas, yates, catamaranes y mucha risa. Es tanta la felicidad que se irradia, que por todos lados se ven blancas dentaduras que esbozan carcajadas, convirtiéndola en una zona que en algún momento hay que visitar.




Cronograma de un visitante en el caribe brasilero
Luego de pasar varios cambios de aviones y otros tantos traslados, todo tiene recompensa al llegar a este cálido mundo paralelo donde el cielo se confunde con el mar. Esta zona, siempre muy turística, lloraba por el arribo de turistas luego de una pandemia que aquí ya parece haber sido olvidada.
No sabría explicar si acá hay vida real como la que conocemos diariamente, porque la fiesta, el relajo y la entretención son pan de cada día. Paseos en buggy, mucha actividad náutica, vida nocturna y toda la oferta necesaria para olvidar por un instante nuestras vidas comunes.
Primero Santiago Sao Paulo y luego Sao Paulo Recife (la capital del estado de Pernambuco), para finalmente llegar a nuestro destino: Porto de Galinhas, una localidad que forma parte de la municipalidad de Ipojuca. Y descansar en el Armacao Hotel Resort (@armacaoresort), uno de los all inclusive familiares mejores posicionados en esta localidad.




Paseo en buggy
Un clásico de Brasil para recorrer playas como Muro Alto, Praia do Cupe y Praia de Maracaípe, y la manera perfecta para trasladarse por toda la costa de la zona.
*El paseo en buggy de cuatro horas cuesta 280 reales (54 dólares); el tour de seis horas 330 reales (63 dólares); y por todo el día son 390 reales (74 dólares). Más info en instagram.com/apcibuggy/
Dónde comer
El menú se puede delimitar en productos específicos: langosta, pulpo, camarones a destajo, pescados diversos y extraordinarias ostras. Y por supuesto, kilos de la amada tapioca, el ingrediente fundamental en cada uno de sus platos.
Restaurante Pontal du Cupa
En la costa de Praia do Cupe la gente nada y chapotea al son de un solitario guitarrista que musicaliza toda la playa, mientras familias enteras disfrutan escuchando por todos lados los “saúdes” (el tradicional “salud”) entre cervezas y caipiriñas. Y a la hora de almuerzo, una excelente opción es disfrutar del restaurante Pontal du Cupa, donde puedes ocupar sus jacuzzis mientras esperas tu comida. Acá probamos el ciobba, un pez de carne blanca del Atlántico, de unos cinco kilos, cocinado al horno durante 40 minutos a fuego fuerte, presentado sobre una cama de verduras y con plátano que simula chips de escamas, un queso de la región llamado coalho y papa dulce. Se puede acompañar de arroz, mandioca o lo que se te ocurra. Una verdadera riqueza de este lado del océano Atlántico. Y también probamos la Moqueca de camarón, un abrebocas muy crocante y delicioso.
Precio promedio p/p US$40
Reservas +5581982670200
(@BardaPraiaPontaldoCupe)



Armacao Hotel Resort
Ideal para la familia, ofrece panoramas para niños, adultos y parejas. Tiene gimnasio, equipo de recreación para todas las edades, cancha de tenis y espectáculos nocturnos, mientras disfrutas de una cena tipo autoservicio, con gastronomía típica de la zona y una barra de cócteles y vinos. Ojo con sus diferentes paquetes de promociones.
@armaresort
Reservas teléfono (81) 2126.2160
Whatsapp (81) 99146.2083
Maragogi
Sus playas, que se extienden a lo largo de 23 kilómetros de costa, suelen estar rodeadas por cocoteros y bañadas por ríos con aguas cálidas y cristalinas, además de piscinas naturales formadas por arrecifes de corales.
Restaurante Beijupira
Luego de comenzar con una madrugadora caipiriña en el complejo Beijupira de esta localidad, que pide a gritos disfrutar de paisajes y de la fiesta para iniciar una travesía en catamarán, continuamos con un appetizzer con distintos Bolinhos, bolitas fritas de distintos ingredientes como cangrejos, pescados y mariscos; y terminamos con un plato crocante y fresco como la Aguja Frita, un pez espada pequeño (Agulha Branca Frita), acompañado de camarones. Un lugar que deja el ánimo a tope para lo que vendrá.
Praia dos Carneiros




Bien alimentados y con algo más que un par de caipiriñas encima, comenzamos la travesía en catamarán hacia las piscinas naturales. Al son del Forró y con animador incluido, van saliendo como bombas de racimo todo tipo de cócteles, que van animando las distintas paradas como el archipiélago, el banco de arcilla y la capilla de San Benedito. Es un paseo muy entretenido, turismo rural donde todo se realiza en el agua o cerca de ella. Bellas hamacas adornan el paisaje junto a los kioskos que venden cócteles, agua de coco y boliños. El buceo es una actividad esencial para realizar fotografía submarina y disfrutar de muchos pececillos de colores.
Brasil Tur
brasilturpasseios.com.br
Instagram @brasilturpasseios
(81) 3439-6691
@beijupiracarneiros
Piraju bar restaurante (Cardapio)
Al regreso de la travesía pisamos tierra firme y encallamos en este restaurante que nos espera con dos multifacéticos cantantes que tocan con gran entusiasmo canciones de Guns N’ Roses, Metallica y rock brasilero. En sus instalaciones hay jacuzzis donde puedes disfrutar de cócteles, para luego sentarse a comer la tradicional moqueca de camarón. Un lugar muy entretenido y musical.
@pirajubarestaurante
Rua dos guarda-chuvas
Restaurante Itaoca
En la calle principal de Puerto de Gallinas, esa de los coloridos paraguas, está lleno de tiendas gourmet, de hamacas y de distintos puestos de comida y restaurantes con oferta full marina. Con turistas avanzando en todas direcciones, acá hay lugares de paso y otros para instalarse un buen rato a escuchar música en vivo y por supuesto bailar entre las mesas, como el restaurante el Itaoca, un clásico que ofrece mariscos y pescados a la parrilla acompañados de farofa, arroz, frijoles, caldinhos y un largo etcétera, además de ofrecer una gran variedad de pizzas.
+81 988764794
@itaocaportodegalinhas
Restaurante Caldinho do Nenen
Comenzando un nuevo día en este paraíso, nos encontramos con un gran lugar que no nos deja indiferentes ya que su cocina de productos nobles es excelente. Es un upgrade en nuestra visita a Puerto de Gallinas. Acá la oferta es brava, con una amplia variedad de cócteles -alcohólicos y smothies- y platos en base a pulpo, cangrejo, camarones, langosta y pescados de todo tipo. Si vas a Porto de Galinhas, no puedes no ir a Caldinho do Nenen.
@caldinhodonenenporto
Para relajarnos luego de un bacanal de yodo, visitamos el Faro, un hermoso mirador donde se puede observar toda la playa de Puerto de Gallinas. Y siguiendo esta ruta interminable, fuimos a ver el atardecer en las balsas del estuario Pontal de Maracaípe, donde se junta el río con el mar para rodearnos de aguas tropicales y templadas. Aquí encontramos los sorprendentes caballitos de mar que viven entre corales, algas y manglares. Una panorámica casi surreal.
Restaurante Cordel
Para cerrar la visita a esta localidad, teníamos que conocer ese lugar típico donde solo van los locales: el restaurante Cordel, ubicado en la zona de Santa María de Oh. La oferta es muy variada, pero si pasan por ahí, no olviden pedir la pichana de la carta, un imperdible, y disfrutar de la música en vivo, porque Puerto de Gallinas en su totalidad es un antro musical.
@restaurantecordel
Facebook: cordeloficial
Petrolina, Valle de San Francisco
Petrolina es la ciudad más importante del Valle de San Francisco y un polo importante de frutas como mangos, melones, cerezas y el cáctus mandacarú. Esta urbe ofrece una nueva ruta turística en catamarán por el Río San Francisco, mientras las notas de bossa nova se toman sus aguas dulces. Aquí termina nuestro viaje, disfrutando de su oferta gastronómica, piedra angular de su economía.
Restaurante Flor de Mandacaru
Comandado por su deliciosa chef Jucilene Melo (@melojucilene), este museo-restaurante es un imperdible en la ciudad. Con una hermosa decoración y características regionales, cuenta con excelente comida y servicio. De fácil acceso en un lugar tranquilo de Petrolina, se ha convertido en parada obligatoria para quienes buscan una mezcla de sabor, calidad, aroma y arte. Acá destacan preparaciones de interiores con largas horas de cocción, como La Buchada de bode, plato típico de la región Nordeste de Brasil, que se elabora con las vísceras lavadas de la cabra (bode), escaldadas, cortadas, especiadas y cocidas en el propio estómago del animal con un poco de zumo de limón, acompañas por farofa y arroz. Es realmente una delicia.
Valor promedio por persona US$20
@restauranteflordemandacaru
Hay vino en Brasil
Aunque no lo crean, existe un valle vitivinícola en esta zona caribeña. La bodega Rio Sol desarrolla diferentes vinos entre los que destacan los espumosos. Acá, más que el mismo vino, se rescata el paseo en Catamarán con degustación en el río San Francisco y el gran almuerzo en la viña, con asado y pirao de bode (una sopa espesa) acompañado de arroz y yuca frita.
@bodedoangelo
Paseo Vapor de vino
Precio tour: US$31 por persona
@vinhosriosol
Barretu’s Grill
En nuestras últimas pisadas en estas tierras, gozamos de una noche increíble en este lugar especialista en carnes. La picanha de cordero y de res es su especialidad, pero también lo es la juerga, el baile y la música en vivo. Un real centro de diversión con un variado mix de cantantes, mucho destilado y onda de sobra. ¡Demasiado bueno!
Valor por persona US$30
@barretusgrill
Bodódromo
Increíble lugar, costumbrista, urbano. Quizás el más característico de la zona. Este sitio es una suma de locales que preparan chivo en todas sus formas y a unos precios únicos. También aparecen platos con gallinas, frijoles y farofa. Por su onda, su identidad y su peso cultural, es quizás el número uno en este largo viaje, lleno de datos y de vida.
Precio promedio US$30 por persona