Verónica Calabi, comunicadora y locutora radial: “Hay preparaciones que si bien son simples, traen muy lindos recuerdos”
Desde muy joven, Verónica Calabi ha estado vinculada al mundo del espectáculo y ha tenido espacio en los medios de comunicación nacionales. Partió en el medio cuando ganó el concurso de belleza juvenil Miss 17, en 1991, y luego comenzó su carrera televisiva en programas como Extra Jóvenes y Mekano. Después de muchas vueltas, roles y experiencias, saltó al mundo de la locución, donde se mantiene hasta hoy en las sintonías de Play Fm, 13C Radio y Emisor Podcasting.

La música, el vino, comer, las terrazas y los viernes. En su bio de Twitter, la comunicadora y locutora Verónica Calabi enumera esas actividades y las define como algunas de sus pasiones. En esta conversación profundiza en su amor por la comida y aunque se pasea por distintas experiencias que tienen que ver con la cocina y la buena mesa, hace especial mención a la comida italiana, no solo por lo variada que es sino porque la identifica con sus raíces. 

El plato de su vida

Dice que le gusta mucho comer y por eso se define a sí misma como una amante de la comida. Tanto así que escoger un solo plato como el que más ha marcado su vida le resulta “muy difícil”. Mientras lo piensa, se pasea por un popurrí de sabores que van desde los fondue franceses o la comida de India. Pero si tendría que quedarse con un tipo de cocina para siempre, la italiana sería la elegida.

“Me encanta. Creo que vuelvo siempre a ella, es lo más recurrente en mi vida. Y me gusta de todo un poco: los ravioli, ñoquis, fetuccini, risottos. También me gustan las mezclas de tomate y albahaca, el prosciutto, la focaccia, y claro, la pizza”, cuenta.

No es un gusto fortuito. Su familia es italiana y por eso atesora muchos recuerdos en torno a la cocina.

“Mi abuelo, que ya falleció, hacía comilonas gigantes y la pasta la hacíamos todos juntos, la cortábamos con cuchillo porque no existían las máquinas que hay ahora”.

¿Escoger solo un plato italiano? Calabi no lo piensa mucho y se decide por el risotto: “Es un plato fácil de cocinar, pero requiere paciencia, amor y tiempo. Y una vez que uno le agarra la mano queda muy rico”.

Con quién compartiría

Sin dudar, dice que cualquier preparación especial la compartiría con una persona que siente tanto amor por la comida como ella: su marido, el músico Francisco González, con quien comparte la vida desde hace aproximadamente 30 años. “Creo que con la pareja se tiene que compartir el amor por la comida y diversas cosas, o al menos así me relaciono yo”, cuenta.

Sabores del mundo

En 2001, Calabi viajó a Cuba para tomar un taller de montaje cinematográfico. Esa experiencia la marcó profesionalmente y le dejó gratas memorias, algunas asociadas a la comida. El congrí es un clásico cubano a base de arroz y porotos negros, un plato que servían usualmente donde ella estudiaba, y por eso lo recuerda con cariño: “Hay preparaciones que si bien son simples, traen muy lindos recuerdos. En mi caso, a revivir el viaje más inolvidable que he hecho”.

Qué sí y qué no

Muy fiel a su gusto por la cocina italiana, la pasta con diversos añadidos es lo que comería siempre sin problema: “Con tomates cherry, champiñones. Con salsa pesto y parmesano”, dice, por nombrar algunas combinaciones. Después, entre risas, cuenta que a pesar de que le gusten los sabores fuertes, por ningún motivo puede dejar pasar los órganos o interiores de animales: “Ahí está mi límite. Como carne animal, sí, pero ya el interior de un animal es algo que no tolero”.

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